"Mi buen amigo Danco"
Érase una vez, un pequeño pueblito costero que estaba al lado de una playa muy grande en Lanzarote, allí vivía un niño llamado Guanarame en una casita cerca del mar que cuando subía mucho la marea y había olas el agua llegaba a la puerta. Allí casi todo el año siempre hacía sol y no habían nubes por lo que Guanarame y sus amigos estaban siempre en la playa. Eran muy morenos y les encantaba nadar y bañarse en el mar. Guanarame todos los días iba con su hermano mayor a la escuela donde aprendía y se divertía mucho. Por las tardes hacía sus deberes porque sabía que si no los hacía no podría salir a jugar con amigos. Un día, jugando al escondite en la plaza que había delante de la iglesia, se encontró un perrito canelo y blanco que estaba echado en el sitio donde Guanarame se iba a esconder. Al verlo se fijó que tenía la patita partida, así que se lo llevó a su casa y se lo enseñó a sus padres, que decían que para cuidar un perro había que ser muy responsable. Guanarame dijo que que sería muy responsable y que lo iba a cuidar y darle de comer y sacarlo a pasear. Dicho esto, sus padres dejaron que Guanarame se quedara con el perrito. Antes de nada lo que Guanarame hizo fue ponerle nombre, y lo llamó Danco, y lo cuidó muy bien ya que el pobre tenía la patita rota y se hicieron muy buenos amigos. Iban a todos los sitios juntos: a la playa, a pescar, al campo con los abuelos, incluso jugaban juntos al escondite, aunque los amigos de Guanarame decían que hacía trampas porque siempre los encontraban a todos, pero aun así Danco le gustaba a todos sus amigos. Una mañana de invierno amaneció con un mar muy embravecido, con vientos muy fuertes y olas grandísimas. El tío de Guanarame tenía su barquillo fondeado delante de su casa y las olas iban a hacer que se hundiera por lo que le pidió a Guanarame y a su hermano mayor que se tiraran al agua y lo llevaran hasta el muelle donde no corriera peligro. Los dos se tiraron e iban nadando hacia el barco cuando una ola revolcó a Guanarame y lohundió y no podía salir. Danco inmediatamente se lanzó al agua y consiguió ayudar a Guanarame y fueron juntos hasta el barco. Al llegar al barco se fueron hacia el muelle y llegaron al muelle donde todos estaban muy felices y Guanarame también porque sabía que Danco lo había salvado. A partir de eso, Danco fue el perro más querido del pueblo y el mejor amigo de Guanarame y como recuerdo por su valentía en el muelle pusieron una inscripción en su nombre que decía:
"A Danco, el perro más valiente, fiel y bueno del pueblo".
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