domingo, 13 de noviembre de 2011

LAS PRISAS ESTÁN EN TODOS LADOS




Con esta entrada no quiero copiar a la compañera que puso una parte del libro aquí, sino que me pareció una buena idea y, además, encontré el siguiente fragmento en el libro que estoy leyendo, “Mi escuela sabe a naranja”, que me pareció muy interesante y que quería compartir.

"Tenemos prisa con el perro, con los ancianos, con los que van en el coche de delante, con la cajera de la tienda, con la pareja y con nosotros mismos...
Con los niños también tenemos prisa, queremos que crezcan demasiado rápidamente y además que sean inteligentes, que no lloren, que no cojan traumas, ni constipados, que aprendan inglés lo antes posible, que sean buenas personas, que no den mucha lata, que sean simpáticos, autónomos, modernos y creativos. Aunque, como todos sabemos, un niño no se hace en un día..."

La verdad, es que me resultó gracioso porque un adjetivo que siempre se nos han puesto a los canarios ha sido "aplatanaos" o "pachorrúos" que significa que somos lentos al hacer las cosas, que nos tomamos nuestro tiempo y que deberíamos hacer las cosas más rápido. Pero al mismo tiempo pensé que el proceso de educación es continuo, imparable, que se prolonga durante toda nuestra vida y que, por mucho que queramos acelerarlo, dicho proceso lleva un ritmo.